El ser incompleto
- bernnydavid
- 6 jun 2018
- 2 Min. de lectura

El ser humano vive en una época de desecho, una época que no tolera estar en falta, estar incompleto. Hay miedo a reconocer que no todo se puede, que no todo se tiene y para no enfrentar ese dolor consume comida de más, ejercicios de más, series interminables, compras, ilusiones y fantasías.
Y este engaño se alimenta día con día en las redes sociales en las cuales los likes, los comentarios en los post o la cantidad de iconos que navegan en "ao vivo" llenan de satisfacción a la persona, generándose una dependencia emocional de la cantidad de me gusta, o se genera una compulsión por adicionar perfiles y perfiles a la cuenta, perfiles llamados amigos, personas desconocidas en muchos casos, pero que en cierta medida llena la vacuidad del ser humano. Pareciera que la necesidad de ser reconocido por el otro, visto por el otro, pensado por el otro, está sujeta a cantidades de seguidores y de pulgares arriba.
Algo de este orden de reclamo de amor, de esta necesidad de ser reconocido, de ser visto puede dar una vista rápida de la realidad social en la que se está viviendo en la actualidad, una sociedad que comienza a ser gobernada por la tecnología, en la cual la comunicación personal está siendo reemplazada por la interacción de mensajes de texto, el individualismo social exige a las personas ser parte de un grupo y qué merjor que la red de "amigos", para no vivir en el aislamiento.
Y es así como en estos dilemas el consumismo juega un papel fundamental, emitiendo un mensaje básico, ante el vacío la respuesta es el consumo de todo lo que se pueda y cuando ya se crea que lo tiene todo, nuevamente surge la falta y ahí vuelve a comenzar el ciclo lo cual se repetirá hasta que la persona pueda hacer un alto, un cambio, moverse de lugar y asumir con dolor la falta que no se puede todo así como tampoco se puede tenerlo todo.
Este darse cuenta de la incompletud debe conducir a asumir la realidad y a partir de ese punto crear algo nuevo en la vida, algo propio, aquello que se Desea.
Berny Díaz S.
Psicólogo
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